testigos encubiertos

EL SENTIDO COMÚN NIEGA TENER CONOCIMIENTO

***

Observaciones previas al visionado de la evidencia: 

TODO ESO QUE SE ESCAPA DEL FUEGO

Veo que van saltando en cámara lenta, con una dinámica lunar, tardando y exagerados, torpes, divirtiéndose mientras se desteje la bufanda del mundo y entra el frío de la perfección, porque lo volvimos demasiado personal, porque la verdad es que no era para tanto. Es un salto no pensado y mientras no tocan el piso no le deben nada a nadie, se dicen cosas en el aire, no se conocen entre ellos y nos les queda otra más que improvisar y se inventan un ataque de celos que repercute en una parejita que pasa por ahí y les caga la noche, todo por culpa de un mensajito de ella a otro en una hora poco usual; se inventan una charla en un bar, con la música muy alta, traducidas las incapacidades en dedos ninjas que se tocan en ese momento en que los dedos se mueven sin que hayamos ni siquiera pensado en moverlos, se inventan una conversación de teléfono muy de madrugada y descubren el mejor chiste del mundo y no saben si eso pasó o si fue un sueño compartido, que sería re loco, pero la otra opción también lo es; se inventan un prólogo eterno y lo representan con furia, como marionetas salvajes y son una explosión y después de eso no hay nada; se inventan una tarde de llorar en puentes y dar media vuelta, justo para el otro lado y decir “sentarse solo acá no está tan mal, pero… pero… pero qué mal está, la puta madre”; se inventan las miradas que pondrían si llegara a existir el día después de que caigan todas las mentiras… y se miran de modo re intenso; se inventan que le inventan al otro algo que no es, inventando dos veces y al infinito y volviéndose telas de araña y después ya no sabés si los que te quieren te quieren de verdad o sólo son tus presas, pegadas a vos por pura mala leche; se inventan una película para decir lo que les pasó y eso los pone tristes y hablan de cosas que nunca, ni por joda, los van a conmover tanto como lo que les pasa cuando están solos; se inventan un “te amo” con cosas de colores cayendo a  los costados, porque algunos saben que no se puede ser original ante lo inevitable; se inventan cosas lindas y cosas feas, porque a veces querés lastimar al otro porque el otro te lastima importándote tanto y sí, es tu culpa y lo sabés, pero alguien más tiene que pagar, porque hasta para morirnos de soledad automedicada queremos ser románticos y le dedicamos la tragedia a ese hermoso espectador, y el hermoso espectador soy yo, que los veo caer, a todos, desintegrándose, estallando, y en realidad te estoy pasando la posta a vos, que consumís lo que yo consumo, consumiéndote, que es como decir que consumís otra cosa, y tras la onda expansiva ya no somos uno y me vuelvo otra ficción, una que sale de tus ojos y que luego de una pretenciosa caída se fracciona en fuegos de artificio y se estampa sobre la hoja, dejando esta cicatriz que quizás sea la evidencia certera de un universo infinito y suicida o la prueba contundente de que sólo esto somos: un horrible y silencioso cráter a modo de punto final, el agujero que dejan las chispas sobre la blanca y vacía eternidad.

*

Caso 1:
BREVE HISTORIA DE DOS QUE SE ENCUENTRAN PARA SIEMPRE

-¿Hace mucho que espera?

-No, siempre fui manzana.

-¿Perdón?

-Nada, un chiste… Diez minutos.

-No pareció un chiste…

-¿Cómo?

-No quise ser descortés… No me molestó lo que dijo… es más… si dijo lo que creo que dijo me pondría muy contento…

-Eeeeeh, no… no sé… yo…

-¿Siempre fue manzana?

-No estoy entendiendo. En serio. Si le pareció de mal gusto el chiste, perfecto, ya me lo hizo sentir… Ya me incomodé. Si quiere le pido perdón.

-Quiero saber si lo que dijo es que siempre fue manzana.

-…

-¿Es eso lo que dijo?

-Sí. Dije eso. Fue un impulso. No suelo responder con chistes. Fui a un bar y me tomé una birra cuando salí del laburo… porque había sido un día copado. Copado porque no pasó nada que lo hiciera malo. Soy así de miserable. No soy chistoso. Ahora lo intenté y ya se me curó la casi borrachera. Ah, sí, me suelo emborrachar fácil. Porque tomo poco. Porque el resto de los días sí son malos. Muy. ¿Quiere que le cuente más?

-Yo también soy manzana.

-¿Qué?

-Te entiendo perfecto…

-¿Me entiende? ¿Qué cosa?

-No disimules. Dejá de tratarme de usted. Yo también soy manzana. Sos la primer manzana con la que me encuentro… Ya casi había empezado a sospechar que estaba loco, que al final sí era un humano, que no era un invasor… Además es horrible este código… siempre hacer la pregunta, siempre responder lo que hay que responder si alguien pregunta... Qué alivio, en serio. Estaba cansado de negarme a mi mismo. Esto renueva mis esperanzas… Esto hace que recuerde con energía renovada la historia del Libro Sagrado, lo del primer hombre asesinando a la primer manzana. Puedo volver a sentirme manzana, a sentir la misión en mí, el ansia de venganza… cómo necesitaba esto… estoy emocionado, perdón… encima yo también me tomé unas copas… y me pega hablar…

-...

-¿No vas a decir nada?

-…

-¿No te emociona el encuentro? ¿por qué esa cara? ¿conocés a otras manzanas infiltradas?

-…

-Si hice algo mal decime…

-…

-Pará… ¿lo dijiste en chiste posta?

-…

-…

-¡Vos también sos la primer manzana con la que me encuentro! ¡NO LO PUEDO CREER! No… no puedo salir del shock… pensé que me estabas boludeando…

-Yo pensé que me boludeabas vos…

-No, no… soy manzana.

-¡Yo también!

-¡Zarpado!

-Abrazo, abrazo…

-…

-…

-Qué loco…

-Increíble…

-Cómo puede cambiar el mundo de un segundo a otro… pensé que estaba re solo…

-Uf… decime a mí… ché, ¿la seguimos escabiando algo?

-Dale, de una… mientras no sea sidra…

-…

-Chiste.

-No, sí, ya sé. Pero de mal gusto.

-Perdón.

-Dejá.

-No lo pensé… fue una boludez…

-Mis viejos murieron siendo sidra…

-No… Jodeme. Me muero.

-¡NAH! Chiste, gil… ¿Te lo creíste?

-¡No, manzana!

-Jajajaja.

-Jajajaja. 

*

Caso 2:

LAS PARTICULARIDADES DE UN ACTA DE DEFUNCIÓN

-Hola, abu… ¿cómo estás?
-Bien… Acá… lidiando con estas enfermeras hijas de re mil putas y la puta madre que las parió conchudas insensibles…
-Tranca, abu… dicen que estás violenta…
-Violenta me van a ver si siguen tomándome el pelo así… esas chiruzas no saben lo que hace una mujer enojada… Y me están buscando, te juro que me buscan…
-No gastes tus fuerzas en eso, abuela… Relajate. Olvidate de las enfermeras.
-¿Cómo me voy a olvidar de las enfermeras?
-No les des bola…
-Pero…
-Abuela… despejate. Yo sé que no es justo… pero tratá de pensar que no estás acá. Viví en tus recuerdos. No lo tomes a mal. Hacelo. Hay gente que no tiene la chance de poder vivir tranquila en sus recuerdos. Vos sí. Pensalo así. Ya sé. Soy una hija de puta. La puta sería tu hija. Abu… Disfrutalo. Yo no te quiero subestimar, no te quiero mentir, quiero que nos comuniquemos… ¿Entendés lo que quiero, abu? ¿Está mal que una persona intente ser honesta con su abuela? Porque mucho “abu te quiero” pero nadie le cree un choto a los abuelos, todos les mienten... Yo te digo las cosas como son, abu… tu hija y su marido, mi papá, siempre te vieron como una boluda. No te podés mover mucho… en vez de quedarte en tu casa, te quedás acá. Hay geriátricos que son feos posta… esto es un lujo, abuela. Disfrutalo. Que sean vacaciones. Te están manteniendo tus hijos, exprimilos… Exprimilos y listo.
-¿De qué geriátrico estás hablando, nena?
-No lo niegues más, abu…
-No, nena… estamos en un hospital… Te estás muriendo, nena… y estás delirando conmigo porque te mantienen viva a base de drogas… yo te voy a ayudar, amor…
-¡Abuela! ¡No seas morbosa! ¡Dios! Toco madera… qué mala onda…
-Nena, es tu vida, disfrutala… disfrutá lo que queda… te estás por morir… La vida es corta, más para vos, con cáncer a los veintipico. En mi época a esa edad nos casábamos y teníamos hijos. Ustedes se agarran cáncer. Son unos pelotudos. Vos, tus amigos, toda la gente… Yo no quiero estar entre el grupo de personas que te oculta las cosas. Estás recontra puesta de medicamentos.
-Abuela, no me estoy muriendo, esto no es una alucinación… Es tu vida, abuela…
-Lo que vos digas, amor de mi vida… vos merecés morirte en el mundo que quieras…
-Basta, abuela.
-Lo que digas, princesa…
-Abuela, en serio.
-Chiquita… perdón las lágrimas… me había prometido…
-¡Quiero que lo aceptes por tu bien! ¡Quiero que puedas entender tu vida! ¡¿Te parece que tenés que desquitarte justo conmigo que soy la que quiere ser sincera con vos?!
-¡Te estás muriendo, linda! ¡Perdoname, pero te estás muriendo! Yo me voy a encargar de que dejes de sufrir…
-Estás loca de verdad…
-Estás muy drogada para entender lo que pasa…
-Lo que pasa es que estás vieja…
-…y sos tan joven…
-…no te importa nada…
-…yo sé lo que es tener una vida… y lo tuyo no es vida, es una mierda… perdoname pero chau, nena…
-No, abuela… no toques eso…
-Morite.
-¡Enfermera!
-¡ENFERMERA!

* 

Ambos casos siguen abiertos.