4 años después
reflexiones de otro sobreviviente
Hoy es 22
de Diciembre.
Si el mundo
se hubiera acabado en aquel ya mítico 21 de Diciembre de 2012, hoy cumpliríamos
un nuevo año de ya no ser. Aunque si ya no se es no se cumplen años y sólo
podemos medir las cosas en términos de “año” y “nuevo” porque no nos
extinguimos y eso nos permite seguir haciendo lo que más nos gusta: especular.
Como cuando
no entendíamos los dibujitos mayas pero se nos ocurrió que hablaban del mundo
explotando.
El mundo no
explotó y nadie se puso a pensar en que, entonces, los mayas querían decir otra
cosa. ¿Qué querían decir? No importa, lo importante es que no dijeron lo que
pensábamos que querían decir. Pareciera que los que fracasaron fueron los
mayas. O capaz los mayas ya no existan. Cuando dejamos de interesarnos en ellos
un mundo sí explotó.
Respecto al
fin del mundo que no fue puedo decir 2 cosas:
-Cuando,
siendo muy niños, mi prima me dijo: ese día seguro no pasa nada, yo le
aposté algo a que sí. Y nos enojamos y nos miramos ofendidos y nos fuimos cada
uno a merendar a su casa, sin despedirnos. Cuando la fecha llegó, ella ya
estaba estudiando medicina y yo presentando una obra de teatro que hablaba de
una ruptura amorosa. Ese día yo estuve feliz y en un momento, sin saber si había
perdido o no una apuesta, pensé en mi prima y le deseé, en silencio, apenas dos
segundos antes de salir a escena, la misma dósis de felicidad.
-Cuando mi
hermana, ocho años más chica, me preguntó sobre el fin del mundo, muy
preocupada y con algo parecido al terror en los ojos, le expliqué que lo único
que iba a pasar el 21 de Diciembre era que iba a empezar el verano… y que no
eran “mayas”, eran “mallas”… todo una movida publicitaria para vender ropa de
baño… Se rió. ¿En serio?, me preguntó. Le juré que sí, corriendo a fuerza de convicción
todo el temor de su mirada.
O capaz todo
se terminó tan rápido que sólo somos la inercia de aquellos fantasmas que nos
habitaban.
Quizás, si
algún viajero galáctico se topa con nuestras coordenadas espaciales atraviesa un
pueblo embrujado. Escucha voces, gemidos, gritos de furia, declaraciones
llorosas de amor, una música terrible e inspiradora…
Profecías
de algo, sospechará ese viajero galáctico, mientras se aleja, dejando a otra
civilización sola e incomprendida en los confines de la existencia.
***
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