SOMOS LA
CONSPIRACIÓN
Tristes cuatro
acordes del juglar que habló sobre nosotros en el futuro que nos imaginamos
¿Qué nos
estamos diciendo?
Sí.
La pregunta
es esa.
Más allá de
que nos estén escuchando:
¿qué nos
estamos diciendo?
Sí.
Porque están
escuchándome.
Porque te
escuchan.
Pero
¿puede la
velocidad del cazador
alcanzar el
origen de la conspiración?
El origen
de la conspiración somos nosotros.
Una casta
de desterrados.
Los
perdedores del mundo.
Los paranoicos
que no tienen nada que perder.
Por eso nos
preocupamos.
Porque así
es más genuino.
Somos románticos.
Esto no se
trata del huevo o la gallina.
Somos
nosotros escapando.
Son ellos
persiguiendo.
Los que
conspiramos somos nosotros.
Sin embargo
fueron astutos:
suplantaron
velocidad por información.
A nadie le
interesa ir atrás si va entretenido.
Se
vendieron como enemigos
para que
todos habláramos lo mismo.
Como en el
caso Roswell.
Nos
acercaron. A vos y a mí.
Ahora creeme
cuando te digo
que estas
palabras no pierden conciencia de lo que son.
No son sólo
un falso cadáver
en una mala
filmación.
Te lo grito
porque no me importa que nos escuchen.
Lo grito
porque por mucho que lo intercepten
vos lo vas
a descifrar antes
confío en
eso
sino no se
explica;
es estornudarnos
en la cara:
somos la
enfermedad que crearon.
No nos
pueden detener.
Nosotros
somos
la conspiración.
Quiero que
eso te quede claro.
Siempre
alguien escucha.
Me estás
escuchando.
Te están
escuchando.
No hay nada
más importante.
Vos
preocupate por tener algo para decir
Y te van a
escuchar.
Somos
infinitos.
Desde que
la energía se transforma.
Somos
conspiración.
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