PARASOMNIA
*
HOLA
Hola, venía a decirte que todos
esos discos que te dije que eran una mierda en realidad están buenísimos y que
cada vez que me enojaba no estaba realmente enojado. Quería decirte que muchas
veces me quedé solo por tonto, porque no sabía que después iba a dejar de tener
esa chance, porque mi habitación aún seguía siendo mi mejor amiga y el mundo
exterior, con vos y todo, dolía y no parecía un buen plan a pesar de que yo
sabía que no podía salir mal.
Venía a decirte que una vez me
hiciste mierda, que una vez te esperé y no quería verte… o quería verte y no te
esperé. Venía a decirte que yo también tuve miedo con esa peli y no te dije
nada porque quería que entendieras que el miedo no era lo que más me importaba
en ese momento, quería mostrarte que era especial, que podía fascinarme con
otras cosas. Como ahora.
Venía a decirte que todo eso que
está en el medio y quema, que es un abismo, que es un pozo, es lo que hoy cobró
vida y nos devora… Creo que rompimos algo importante del Mundo, algo que hace
que el Mundo se está comiendo a si mismo… Sé que lo debés sentir, sobretodo
durante las noches.
Venía a decirte que no te
preocupes.
Venía a decirte que sé cómo
arreglarlo.
Venía a decirte hola.
*
INTERLUDIO
Hay un conejo al lado de mi cama.
Es blanco. Como todo en el hospital.
Me dice que la tormenta se
aproxima, que el cielo, afuera, es violeta. Intenso.
Como vivo.
Como muerto.
Hace rato que no miro el cielo.
Lo suficiente como para haber olvidado mi primer amanecer, cuando no era
importante ver un amanecer, cuando sacar fotos era el ejercicio más pelotudo
del mundo.
Como dormir siesta.
Como preguntar “¿cómo te fue?”.
Llegan ecos: de risas, de
llantos, de peleas… A veces parece que hay una pareja garchando: imagino a dos
enfermeros jóvenes, pasándola de lo mejor. Pasos, corridas: algunas sombras por
debajo de la puerta. El Mundo sigue, pero me quedé afuera. O muy adentro.
Como cuando salíamos de
vacaciones y no queríamos admitir que extrañábamos las calles horribles de
siempre.
Como cuando dijiste, por primera
vez: “Mirá… Capaz que deberíamos aflojar un poco con esto”.
La tele quedó con una perpetua
lluvia de puntos blancos y negros. Y a veces sueño que abro los ojos y la
programación sigue. Y nos veo. Cuando no nos veíamos. Cuando, a decir verdad,
no pensaba en contarte mis secretos. Cuando no hubieras sido capaz de matarme.
Como matamos al verano.
Como matamos al pogo, que un día
se fue, y nunca más volvió.
La radio se quedó sin pilas y
tiene el cable cortado. Dejamos de escuchar música, para poder escuchar, de
verdad, lo que ya habíamos escuchado alguna vez. Y todos los temas hablan de
éste lugar, de lo que me pasa ahora, de lo que siento ya, ¿no es la mejor
sensación del Universo?
Como cuando leer no era más que
un hobbie.
Como cuando escribir no era más
que un hobbie.
Vivir
Era
Un
Hobbie.
Y supongo que a todos nos toca
agonizar, porque para vivir hay que estar muriendo.
Una vez.
Y otra.
Y van cien.
Y el conejo blanco me mira. El
único testigo de una pérdida precipitada.
-¿Falta mucho?
-…
-…
-Se aproxima la tormenta.
No puedo evitar sonreír, cerrar
los ojos y desear que sea una hermosa, hermosa, hermosa tormenta.
*
CHAU
(una nueva esperanza)
Hoy sentí que alguien apretaba mi
mano, pero cuando me giré estaba solo.
Quizás estoy empezando a recibir
estímulos, rodeado de amigos, de mi novia, de mis familiares… Quizás empiezo a
despertar; quizás este sitio siempre fue una ilusión comatosa, lo que podría explicar la extraña
sensación de conocerlo todo, la extraña empatía con desconocidos, que quizás
nunca fueron más que otro reflejo de mi soledad agonizante y febril. Quizás soy
el otro lado y el allá sea lo que me estoy perdiendo.
Escucho que me llaman, que me
susurran… Me desperté con lágrimas que no eran mías en el rostro… Quizás
alguien me extrañe, quizás por eso todo es tan predecible, tan sorprendente,
tan inesperado.
Me desvanezco, lo siento. A veces
hay un desenfoque, el cielo tiene un límite, el paisaje está mal pintado… A
veces mi imaginación demuestra tener errores y los diálogos que escucho son muy
torpes, muy de novela, de cotillón.
A veces, repito, me sorprendo.
No sé qué estaba leyendo cuando
caí. No sé qué veía en la tele, a quién amaba, con quién tenía fuertes
discusiones, a quién admiraba… No sé cómo pasó.
Espero acordarme sus nombres
cuando por fin abra los ojos… Y espero acordarme cómo era acá, para contarles,
para decirles que no sé muy bien si era un sueño o una pesadilla, para decirles
que no me faltaban amigos, ni novia, ni familiares.
O capaz sea mejor la explosión,
el fundido a blanco, el final sin despedida, el olvido. Porque extrañar es una
mierda.
Hoy sentí que alguien me apretaba
la mano. Y estoy volviendo, cada vez más lejano.
Me hago real, en un mundo de
mentiras.
***
(eso es todo, amigos)
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