viernes, 25 de noviembre de 2016

APRECIACIONES LIBRES SOBRE EL PUNK, LAS DROGAS y JESÚS





-¿Qué me trajiste?
-Un chiste que se va de las manos.
-Ahhh… qué lindo…
-Es que escuché que querías un chiste y pregunté en la tienda de chistes sobre el chiste más popular entre los chicos de tu edad y bueno… me dieron ese…
-Ah, sí… eh… gracias.
-De nada, de nada… te lo merecés.


EL PUNK y LAS EXCUSAS

Las bandas contestatarias no tienen la culpa.
No es que se estancan.
Lo que pasa es que el mundo se acelera, se hace cada vez más punk… y al final era mejor frenar en lugar de seguir corriendo.
Quedarse quieto y mirar cómo el mundo pasa, una y otra vez.
No digo que yo esté de acuerdo.
Tampoco me parece mal.
Además, la imagen del cadáver bonito se opone conceptualmente a la idea de persistencia.
Persistir a veces no es siempre golpear, sino que también golpear siempre en el mismo lugar.

La clave es la repetición: SIEMPRE.

Y a eso se le llama “causa”.
(de “religión” hablaremos más adelante)

*

Si el punk más genuino ahora me parece un poco superficial no significa que el punk o yo estemos mal.
Significa que el punk a veces siempre va a ser punk y yo estoy feliz si mañana alguien puede sentir lo que sentí yo. O que pueda sentir. Y listo.

Y nótese que creo en la existencia de un punk genuino. Creo que todo puede ser genuino o no serlo. El punk por sobre todo. Porque me lo enseñó el punk.
¿Qué cosa con más aspiraciones de pureza y autenticidad que el punk?
Que tenía que dejar de escuchar ciertas bandas punks también me lo enseñó el punk.
No pasan ni dos apreciaciones que el punk ya te está enseñando algo.

Intenso.
Genuino o superficial.

*

Para terminar la trilogía de análisis incompleto y subjetivo del punk (por eso mismo análisis punk) quisiera aclarar que creo con descarado romanticismo que el punk se trata de no estar solo.
El punk es pandilla.

El punk es como una voz en la cabeza.
Algo parecido a “no sos el único”
… y te quedás con la vista clavada en la nada, recontra prendido fuego por el milagro de la eterna empatía.


*

LA DROGA y LA AMISTAD

Me imagino que los apodos de las drogas los inventan los dealers.
Si los inventaran los adictos sería un despelote.
Cada uno le diría a la droga como le pintara y, peor aún, cada uno olvidaría cómo la bautizó con anterioridad.
El dealer, en un punto, asume zarpada responsabilidad. Porque no podés decir lo que se te venga a la mente y pretender que se te entienda.

La misma relación dealer-adicto aplica a amigoquetodavíanoselapuso- amigopuesto.

Todo se resume a: necesito un tiempo para decodificarte.

PD: el tiempo es VIDA. 
                                   
Aguante drogarse de vida.

*

Toda persona que se inicie en un estado de droga-amistad con otra (estado en el que siempre que se juntan las partes ambas están drogadas y/o se drogan) debería sentirse libre de poder contarle a su interlocutor en qué momento justo empieza a sentirse droga-amistada.
Porque las cosas hay que hablarlas.
Porque sino producen enajenación y otro montón de cosas feas.

Entre ellas, que se separe una banda… por ejemplo.

*

Nunca voy a saber si lo que me dijo ese día tenía sentido.
Dije que sí.
Y guardé el secreto.
A veces, y por las dudas, una dósis de mentira es igual a una dósis de verdad.

*

JESÚS y EL ROCK

Un montón de punkys quiebran y siguen sin creer en la iglesia pero re bancan a Jesús.
No es la primera vez que el rock salva a Jesús.

Todos somos demasiados buenos.
Ese es el problema.
Nadie es malo.
Es así de simple.

Malo es sólo una apreciación.
Y Jesús y el rock viven de las apariencias.

*

Ayer entendí la culpa.
Hoy entendí el agradecimiento.

Estar agradecido, no sólo por lo que uno no llegó a romper sino por lo que no se llegó a romper por capricho mismo del destino.
Eso es un montón de equilibrio.
Re místico.

Aceptalo.

Si no lo aceptás no lo podés cambiar.

O te come el ayer.
La culpa.

Entendelo.

Antes de comer damos las gracias, tomados de las manos, con los ojos cerrados, como una tribu que, bajo la supuesta presencia de una divinidad, da rienda suelta a la más concreta de las sinceridades: a pesar de que nunca dejé de ser el culpable, no tengo idea de cómo es que hoy todo llegó a donde llegó.

Me siento lleno de todo.
De nada.   

*

Jesús no sólo no se mató a los 27, sino que, teniendo en cuenta la época en la que nació, vivió bocha de tiempo.
No era como ahora, que a los 30 recién te estás mudando de lo de tus viejos.
Estaba viejo y cansado.
Eso es algo de Jesús que siempre nos encanta ignorar: no fue ningún punk.

Y jamás sabremos si sus amigos y él no estuvieron todo el tiempo re drogados y flasheando cualquiera.  


***



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