APRECIACIONES
LIBRES SOBRE EL PUNK, LAS DROGAS y JESÚS
-¿Qué me trajiste?
-Un chiste que se va
de las manos.
-Ahhh… qué lindo…
-Es que escuché que
querías un chiste y pregunté en la tienda de chistes sobre el chiste más
popular entre los chicos de tu edad y bueno… me dieron ese…
-Ah, sí… eh… gracias.
-De nada, de nada… te
lo merecés.
EL PUNK y LAS EXCUSAS
Las bandas
contestatarias no tienen la culpa.
No es que
se estancan.
Lo que pasa
es que el mundo se acelera, se hace cada vez más punk… y al final era mejor
frenar en lugar de seguir corriendo.
Quedarse
quieto y mirar cómo el mundo pasa, una y otra vez.
No digo que
yo esté de acuerdo.
Tampoco me
parece mal.
Además, la
imagen del cadáver bonito se opone conceptualmente a la idea de persistencia.
Persistir a
veces no es siempre golpear, sino que también golpear siempre en el mismo
lugar.
La clave es
la repetición: SIEMPRE.
Y a eso se
le llama “causa”.
(de
“religión” hablaremos más adelante)
*
Si el punk
más genuino ahora me parece un poco superficial no significa que el punk o yo
estemos mal.
Significa
que el punk a veces siempre va a ser punk y yo estoy feliz si mañana alguien
puede sentir lo que sentí yo. O que pueda sentir. Y listo.
Y nótese
que creo en la existencia de un punk genuino. Creo que todo puede ser genuino o
no serlo. El punk por sobre todo. Porque me lo enseñó el punk.
¿Qué cosa
con más aspiraciones de pureza y autenticidad que el punk?
Que tenía
que dejar de escuchar ciertas bandas punks también me lo enseñó el punk.
No pasan ni
dos apreciaciones que el punk ya te está enseñando algo.
Intenso.
Genuino o
superficial.
*
Para
terminar la trilogía de análisis incompleto y subjetivo del punk (por eso mismo
análisis punk) quisiera aclarar que creo con descarado romanticismo que el punk
se trata de no estar solo.
El punk es
pandilla.
El punk es
como una voz en la cabeza.
Algo parecido
a “no sos el único”
… y te quedás
con la vista clavada en la nada, recontra prendido fuego por el milagro de la
eterna empatía.
*
LA DROGA y LA AMISTAD
Me imagino
que los apodos de las drogas los inventan los dealers.
Si los
inventaran los adictos sería un despelote.
Cada uno le
diría a la droga como le pintara y, peor aún, cada uno olvidaría cómo la
bautizó con anterioridad.
El dealer,
en un punto, asume zarpada responsabilidad. Porque no podés decir lo que se te
venga a la mente y pretender que se te entienda.
La misma
relación dealer-adicto aplica a amigoquetodavíanoselapuso- amigopuesto.
Todo se
resume a: necesito un tiempo para decodificarte.
PD: el
tiempo es VIDA.
Aguante
drogarse de vida.
*
Toda
persona que se inicie en un estado de droga-amistad con otra (estado en el que
siempre que se juntan las partes ambas están drogadas y/o se drogan) debería
sentirse libre de poder contarle a su interlocutor en qué momento justo empieza
a sentirse droga-amistada.
Porque las
cosas hay que hablarlas.
Porque sino
producen enajenación y otro montón de cosas feas.
Entre
ellas, que se separe una banda… por ejemplo.
*
Nunca voy a
saber si lo que me dijo ese día tenía sentido.
Dije que sí.
Y guardé el
secreto.
A veces, y
por las dudas, una dósis de mentira es igual a una dósis de verdad.
*
JESÚS y EL ROCK
Un montón
de punkys quiebran y siguen sin creer en la iglesia pero re bancan a Jesús.
No es la
primera vez que el rock salva a Jesús.
Todos somos
demasiados buenos.
Ese es el
problema.
Nadie es
malo.
Es así de
simple.
Malo es
sólo una apreciación.
Y Jesús y
el rock viven de las apariencias.
*
Ayer
entendí la culpa.
Hoy entendí
el agradecimiento.
Estar
agradecido, no sólo por lo que uno no llegó a romper sino por lo que no se llegó
a romper por capricho mismo del destino.
Eso es un
montón de equilibrio.
Re místico.
Aceptalo.
Si no lo
aceptás no lo podés cambiar.
O te come
el ayer.
La culpa.
Entendelo.
Antes de
comer damos las gracias, tomados de las manos, con los ojos cerrados, como una
tribu que, bajo la supuesta presencia de una divinidad, da rienda suelta a la más
concreta de las sinceridades: a pesar de que nunca dejé de ser el culpable, no
tengo idea de cómo es que hoy todo llegó a donde llegó.
Me siento lleno
de todo.
De nada.
*
Jesús no
sólo no se mató a los 27, sino que, teniendo en cuenta la época en la que
nació, vivió bocha de tiempo.
No era como
ahora, que a los 30 recién te estás mudando de lo de tus viejos.
Estaba
viejo y cansado.
Eso es algo
de Jesús que siempre nos encanta ignorar: no fue ningún punk.
Y jamás
sabremos si sus amigos y él no estuvieron todo el tiempo re drogados y flasheando
cualquiera.
***
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